Puesto que sigue un orden cronológico,es recomendable leer el blog partiendo de la primera entrada(La mas antigua publicada).
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viernes, 25 de abril de 2014

Tormenta

El avión de papel no tenía un diseño excesivamente complejo. Era sencillo, como los que solían hacer los críos en el orfanato. Apenas tres pliegues, rectos y sin florituras, lo suficiente para convertir la hoja en un objeto volador plenamente funcional.
Era la primera vez desde hacía semanas que Ceniza volvía al exterior. El aire fresco le había sentado bien y a todas luces, a pesar del titánico esfuerzo de Morgan, su pequeño mundo en miniatura carecía de muchas de las cosas que ofrecía el mundo real.
Echaba de menos su casa, a Damian, las noches de música y los paseos interminables por las calles.
El avión impactó contra su pecho cuando llevaba apenas un par de horas fuera, visitando de nuevo la ciudad. Era relativamente temprano y en un día festivo como aquel la gente no sentía un especial interés por pisar la calle.
Ceniza desdobló la hoja de papel, con cierta curiosidad. Tatuada de arriba a abajo con letras de trazo fino y elegante, rezaba alguna clase de poema, de ritmo roto y métrica inexistente que tanto se estilaba en los círculos del limbo

A raíz del viento, puñal de papel. ¿Acaso no sientes frío? Está bien en cualquier caso, pues significa que estas vivo. O como poco, agonizante. Víctima trágica de una comedia sin gracia alguna, drama individual rasgado del libro de una sociedad colectiva.
Si acaso alguna vez te sentiste solo, solamente, búscame.
Morgan

Ceniza miró hacia arriba, hacia el vértice de un imponente edificio de oficinas, donde colgaban las piernas de un hombre, de figura escuálida y desgarbada, que lanzaba distraído un avión tras otro al viento, recortándose contra un cielo grisáceo.
No fue difícil burlar al portero, que dormitaba en recepción sin reparo alguno a ser descubierto. Ceniza tomó el ascensor a la azotea sin dudar demasiado, saludando amablemente a un hombre de mediana edad que lo miró con desconfianza mientras entraba con él en el habitáculo.

Cuando llegó a la azotea, Morgan no se había movido un ápice. Una pila de folios en blanco sujetados por una piedra descansaba junto a él, en una parte más ancha de la balaustrada, mientras Morgan cogía uno tras otro, garabateando distraídamente, para después plegarlos y entregarlos al viento.

-¿Has disfrutado de la estancia en mi pequeño parque de atracciones?-Le oyó decir, elevando la voz por encima del viento, que rugía allí arriba de forma poco amistosa.
-Quizás demasiado. Me gustaría quedarme.-Confesó Ceniza, en un tono más normal, sentándose junto a él en la barandilla que delimitaba la azotea-Además, sigues reclutando gente. Quiero saber el tipo de personas que pueden llegar a reunirse allí. ¿Es nuevo este método?-Preguntó, observando como Morgan lanzaba otro avión al aire.

-Es el habitual-Dijo Morgan, de un modo un tanto seco-Hoy es un buen día, con un viento fuerte para expandir la oferta. Sé que aún hay demanda ahí fuera. Con suerte hoy habrá alguien que dormirá algo más alegre. La gente normal solo los recoge y los tira de nuevo.
-A mí me abriste la cabeza con un cenicero después de allanar mi casa.
-Considérate un VIP-Replicó Morgan, sin un atisbo de sonrisa en su cara-Vas a quedarte con Razia, finalmente. Debí haberlo visto venir.
-¿Has hablado con ella?-Ceniza no hizo gesto alguno de arrepentimiento, sino que mantuvo la mirada fija en los aviones que Morgan lanzaba, constantemente.
-No hace falta. Es mi casa, se lo que pasa en ella-Morgan suspiró-Supongo que Isela se lo ganó a pulso, pero temo que cualquier día consigas que se apuñalen entre sí. Me gustaba más cuando Izela te había destrozado. Quiero decir...Cuando te tenía bajo control.
-Y yo que creí que te preocupabas por mí-Murmuró Ceniza, sarcástico.
-Y me preocupo. Te habría tirado de la barandilla si no fueras tú hace un rato-Aquello habría podido interpretarse como una broma si no fuera porque la expresión de Morgan no cambió en lo más mínimo mientras pronunciaba aquellas palabras.
-No te pega toda esta parafernalia de padre agresivo y protector
-No lo estas entendiendo, chico. De toda la gente que podía elegir para hacerla feliz, eres la apuesta menos segura. No eres estable. Eres un riesgo que yo no quiero correr. Pero Razia es quien decide aquí-Suspiró resignado, y giró la cabeza. Mirándole a los ojos-Eres como un hermano pequeño para mí. No te odio. Al revés. Pero no me gusta la idea-Echó la vista al cielo y sonrió ligeramente-De cualquier forma se veía venir. Sois tal para cual.
-Eres algo viejo para ser hermanos, Morgan-Sonrió Ceniza, a su vez.
-A partir de cierta edad, los años ya no cuentan. Además, soy más joven de lo que probablemente quieras pensar-Dijo Morgan, más relajado, guiñándole un ojo.
-¿Joder, como no me he dado cuenta de que eras su padre?-Dijo Ceniza, asqueado- Hacéis las mismas expresiones estúpidas.
-Ni se te ocurra besarme, chico-Advirtió Morgan, cogiendo otra hoja de papel y garabateando un poema distinto, distraído-Creo que no hace falta que te diga cuál es la norma para quedarte en mi Limbo. Si algo le pasa, estás fuera. Nadie ni nada va a tocarla.
Razia sabe cuidarse bien sola, mucho mejor que tú. Pero al menos te quiero ver haciendo el esfuerzo. Y
 Con mejores resultados que los que obtienes intentando cuidar de ti mismo-Morgan hizo un gesto con la mano, con aires de gánster-¿Capischi?

Ceniza puso los ojos en blanco, mientras agarraba un papel y sacaba un bolígrafo de su bolsillo, garabateando un nuevo poema mientras Morgan contemplaba su millonésimo avión partir. Ceniza lanzó el suyo, pensando si el próximo habitante del Limbo vendría a causa de aquel poema. Se sonrió en silencio.

-Tuvo que ser difícil, Morgan
-Lo fue. Lo peor fue marcharse. En parte quiero creer que está en buenas manos, y por otro lado soy incapaz de confiar en ti-la voz de Morgan adoptó un tono menos seguro-Al menos aún conservo a Razia. Izela es otra historia. Vive aquí, pero no la reconozco.
Supongo que después de ti ha habido otros muchos.
Y quizás no hayan salido tan bien parados de esto. Es mi hija, pero he de reconocer que ha sacado el demonio que llevo dentro. Quizás sea incluso peor que yo
-No fue tu culpa, Morgan.
-Nunca estuve ahí.
-Les has dado un sitio donde vivir. El limbo es el sitio que he estado buscando toda mi vida. Sin ti, ahora no estarían en casa-Ceniza recogía otra hoja del montón, distraído mientras miraba al cielo, gris, amenazante de tormenta-Seguirían en un piso que pretenden llamar hogar, llorando contigo en una cama de matrimonio. Trataste de darles lo mejor que tenías
-¿Alguna vez te ha dicho algo?-La boca de Morgan formaba una perfecta línea recta, impasible.
-No te guarda rencor. Y tampoco creo que Izela lo haga. Crecieron bien. Lo de princesas del Limbo se lo han ganado a pulso, no solo por herencia-Aseguró Ceniza

El ambiente se relajó.
La espalda de Morgan estaba perceptiblemente menos tensa y el matiz de tristeza en su voz había desaparecido por completo. Pareció animarse un poco, y continuaron allí, mecánicamente, lanzando aviones al aire como cuerdas salvavidas, que el viento repartía por toda la ciudad en patrones absurdos, llevándolos a cada esquina, bar, puente, cloaca o vivienda que pudiera haber allí.

-A propósito-Murmuró Morgan-No has pisado aun los bares, ¿No?
-Me disponía a ello-Contestó Ceniza, sin prestarle mucha atención mientras cogía otra hoja y se disponía a rellenar un avión más.
-Se comenta que hay un nuevo Ceniza en la ciudad. Algo así como una versión macabra de ti. Igual de fuerte, igual de arrogante. Puede que más.
Pero creo que no comparte tus principios chico. Más bien al contrario.
-¿Ah,sí?-Ceniza enarcó una ceja, mientras continuaba escribiendo en el avión.
-Es todo lo contrario al ideal por el que estamos trabajando. Defiende que es el mundo el que debería encajar en la gente como nosotros y lo imparte por la fuerza.
Encárgate. Búscalo, conviértelo, siléncialo. No me importa. Es mala imagen de la gente como nosotros y tengo suficiente con uno solo como tú.
Quiero a Razia fuera del asunto, aunque supongo que es algo que sobra decir, después de nuestra breve charla.

-Ahora sí que pareces un Corleone, viejo-Dijo Ceniza, muy serio, contemplando como el avión que acababa de lanzar caía al vacío, abandonado por el viento que dejó de soplar por un instante.

-Algunos dicen que eres tú y que te has vuelto loco. Supongo que te interesa proteger tu propia identidad, además de todo lo anterior-Morgan lo miraba, detenidamente. Había dejado de hacer aviones.

-Pensaba hacerlo de todas formas-Dijo Ceniza, mirando al asfalto que se extendía  bajo sus pies, que colgaban de la barandilla-Siento una curiosidad desmesurada. ¿Por quién debería preguntar?

Las palabras salieron de la boca de Morgan, acompañadas del rugido de un trueno lejano, hendiendo la cargada atmosfera.

-Se hace llamar Negro.

jueves, 3 de abril de 2014

Jodidos

La habitación de Hoguera era mucho más amplia de lo que Ceniza había esperado.
A diferencia del ala nocturna, esta si tenía ventanas.
Aunque aquello se trataba más bien de un enorme tragaluz circular, ubicado en el techo, que dejaba ver el cielo desde la ancha cama de Hoguera, la cual dormía a su lado con los labios reposando sobre su cuello, haciéndole ligeras cosquillas con cada aliento.
Había pasado todo demasiado rápido y Ceniza tenia los engranajes de su cabeza destrozados por la constante revolución a la que habían sido sometidos.
La asfixia, la pelea, el Limbo, la falta de sueño...K.
El cielo nocturno era como un baño caliente, que desprendía el óxido de aquella maquinaria.
"Te propusiste hacer un mundo nocturno y te dejaste las estrellas, Morgan. Quizás esto superaba el presupuesto ¿no?" Pensaba calmado.

La respiración de Hoguera empezó a aumentar drásticamente y Ceniza giró la cabeza, intrigado. Ella no tardó en abrir los ojos con un respingo. Su respiración bajó de nuevo y miró a Ceniza con los ojos entornados, sin decir una palabra.
-¿Tan difícil soy de reconocer?-Murmuró Ceniza
-Estaba asegurándome de que me había despertado de una vez. Y de que le gané el pulso a mi hermana. Si por fin he conseguido despertarme, todo apunta a que lo hice-No levantó la cabeza de la almohada, mientras abría del todo los ojos-Al menos el hecho de que duermas conmigo y no con ella.

Ceniza volvió a girar la mirada al tragaluz, incómodo.
Su tiempo de reacción al ataque de K no había sido el mejor, desde luego. Pero la situación ya había sido lo bastante difícil como para poner un contador.
-Aún no me creo que seáis hermanas. Y dicen que tampoco es que os profeséis un amor fraternal excesivo.
-Ella tiene sus razones y yo tengo las mías.

Ceniza le dirigió una mirada interrogativa. Ella se tumbó boca arriba y desvió la mirada al tragaluz, con sus labios formando una línea recta.
-No tienes derecho a preguntar esto. No tienes por qué saberlo-Podía notar su tensión en cada centímetro de piel que rozaba su cuerpo. Podía sentir como se iba prendiendo ante aquella nimia intrusión-Joder, aún ni siquiera se...
-Michael. Michael Clive-Ceniza cerró los ojos con un suspiro resignado.

Hoguera giró la cabeza bruscamente, mirándolo con una expresión totalmente distinta en la cara.

-Michael Clive-Repitió Ceniza-Ya ni siquiera suena como si hablara de mí. Es ridículo. Ni siquiera se tu nombre ¿no es lo que ibas a decir? No es la primera vez que lo mencionas.
Pensé que igual debía ser importante para ti
13 de Noviembre de 1993.Probablemente más joven de lo que tú esperabas.Hijo de Nara y de Jack, daneses.-Ceniza no apartaba la vista del tragaluz mientras continuaba hablando. Como si recitara una hoja impresa que hubiera memorizado-Huérfano a los 6.Un accidente de coche.

 Crédulo, inquieto y curioso. Con una infancia relativamente feliz y una escapada del orfanato a los 16.Tuve que volver a los dos meses hasta que conseguí dejarme barba y falsificar un carnet para aparentar ser mayor de lo que era a los 17 para conseguir algunos trabajos de poca monta antes de tiempo.

Mis amigos, el entorno...comenzó a hastiarme.
Me fui de allí pensando que afuera las cosas funcionaban de otra forma, y conocí gente nueva. No todos buenos. Pero hubo gente importante. Negro, Vendetta, Ruidos...Desde que dejé el orfanato nadie usaba sus nombres. Nunca nadie preguntaba como comíamos. Como dormíamos en casas.
Por qué medios.
No era lícito. Pero la comida se compartía. Los pisos, a menudo, cuando escaseaba el dinero, también.
Me llamaron Chispa. Me encantaba jugar con el fuego y bromear constantemente. Era un apodo fácil, pequeño y revoltoso.

Tuvimos que crecer más rápido que el resto pero yo siempre fui un crío.
Ruidos me enseñó la música, Vendetta, a como reírme de como todo podía salirlos mal solo por ser nosotros.
Negro...Negro me enseñó.
Hasta que llegó tú hermana.
No se llamaba K por aquel entonces. Se presentó como Izela y yo pensé que sería algún tipo de nombre eslavo.
En aquella temporada yo tenía alquilado algo para mí solo, dado que mi trabajo me lo permitía
Ella estaba dando vueltas en círculos en torno a una plaza, con los ojos rojos e hinchados y a mí no se me ocurrió otra cosa que invitarla a casa tan pronto me confesó que no tenía donde dormir.

Lloraba. Bastante.
Todas las noches. Yo dormía en el suelo y fue así durante un mes hasta que decidí abrazarla una noche, a las 3 de la mañana. Pensé que dejaría de llorar pero solo conseguí que lo hiciera más fuerte. Durante el día, pasaba tiempo conmigo.
Me seguía a todas partes aunque a veces desaparecía por semanas y yo no volvía a saber de ella.
Cuando volvía, invariablemente lloraba. Todas las noches Yo la abrazaba y lloraba más. Y por el día, de nuevo lo mismo.
Tras uno de esos lapsos de tiempo, ella volvió a verme.
Yo ya estaba acostumbrado a aquella inconstancia, pero aquella fue la primera noche que no lloró.
En su lugar, en vez de acurrucarse en mi cuello, lo mordió. Casi con miedo.
Yo nunca había hecho aquello. Nunca. Por como actuaba, ella seguramente tampoco. Fue torpe e ineficaz, pero me sentí conectado a alguien por primera vez en mi vida.

Aquello fue el comienzo de un amor...O co-dependencia, o analgésico, como quisieras llamarlo, que duró hasta que mi desidia por el mundo empezó a separarme de Ruidos, a quien se llevó la droga. De Vendetta, que emigró a un país mejor.
De Negro...que se parecía demasiado a mi como para poder convivir con alguien como yo.
Todo se derrumbaba mientras ella aún seguía allí.
En vez de derrumbarme del todo y aprender a volver a empezar, mi mundo fijó su centro en ella.

Yo no sabía que pasaba cuando ella salía de casa y nunca pregunte.
Ella tuvo el detalle de hacer lo propio, pero cada vez se daba más aquella escena de un Chispa sentado frente a la puerta principal, esperando a que ella volviera. Al fin y al cabo, era la única persona a la que esperar.
Todo giró tanto que, a veces, yo era quien lloraba y ella quien esperaba, abrazándome pacientemente.
Pero aquello le encantaba.

Yo estaba en la palma de su mano y nunca vi razones para que fuera de otra forma. Y ella cada vez se veía más en su derecho de emplearlo.
Supongo que un día la subordinación mató todo lo que podía sentir por mí.
En una de sus escapadas, no volvió. Nunca se lo reproché, pero la chispa que quedaba en mi vida se apagó, dejando solo Ceniza.
Michael Clive no duró mucho en el mundo, como tampoco lo hizo Chispa.
Pero si son nombres lo que querías...Ya conoces todos los que he tenido.

Ceniza calló. En silencio, el aire dejó sus pulmones despacio. Apenas se movió durante un cuarto de hora. Hoguera respiraba, despacio también, como si pudiera romperlo después de todo aquello si expulsaba el aire con demasiada violencia.
Pensó en todo lo que había pasado aquellos días, en aquella camarera. En todas las chicas que pasaban por su apartamento. Todas las acciones de Ceniza, despegadas de ella, enigmáticas, distantes, que empezaban a formar un grito de libertad, de oposición a volver a ser el trofeo, la posesión.
Recordó como lo había reclamado como suyo la noche anterior. Como acababa de obligarlo a destapar su vida desde los cimientos. Como estaba, de algún modo, intentando confinarlo.
Y como él, después de haber visto su vida destrozada por algo como aquello, no había dicho una sola palabra. No se había resistido, finalmente.
Como miraba al cielo, desde las sábanas de su habitación.
-No quiero tener ningún derecho sobre ti.
-Yo tampoco quiero dártelo. Pero esta era la última prueba de fe, supongo. Tienes mi nombre. Tienes mi historia. Y me he vuelto a vender al mejor postor. Vuelvo a estar cogido por la yugular-Resopló el, resignado, como un jugador de ajedrez empujando a su rey a la rendición.
-Definitivamente, eres estúpido.
Ceniza sonrió.
-¿Por dejarme coger por la hermana de la mujer que echó todo por tierra la última vez?
Hoguera se colocó sobre él y lo miró a los ojos, con la boca contraída en una mueca irónica y juguetona.
-¿Así que ahora eres mío, ah?
Tú, por quien me he pasado noches enteras pensando en quién dormirá a tu lado y en como seguramente no me llega a la suela de los zapatos.
Tú, por quien he llorado en una sala de hospital con la ropa llena de sangre y dejando de lado a mis amigos
 Tú, por quien he golpeado y desafiado a mi propia hermana de sangre.
Tú. La única persona que me ha visto despertar por las mañanas. La única persona que ha sido capaz de retenerme más de una noche. Más de una semana. Más de lo que nunca consideré sano quedarse

Ceniza enmudeció de repente, abriendo los ojos y borrando la sonrisa de su cara. La miró, con una nueva expresión en la cara. Idéntica a la que había tenido Hoguera cuando el comenzó con su historia

-Nunca te has parado a pensar esto, pero estoy tan jodida como tú maldito inútil-Dijo ella, casi con rabia, mientras acercaba su cara a la de Ceniza-Soy Razia Dahvin. Kiev. 24 de Octubre de 1994.Seguramente más joven de lo que tú creías-Dijo ella, con un deje de burla en la voz-Mi madre nos crio desde pequeñas y fue nuestra guía, nuestro principal apoyo.

Mi padre nos quería. Con locura. Se le notaba al hablar. Al abrazarnos. Al contestar cada vez que reclamábamos su atención.
Pero nunca estuvo ahí todo lo que habrían requerido dos crías pequeñas. Escribía, se tiraba largas horas en su estudio. Vagaba, bajaba a los bares a discutir y dialogar con mil personas distintas. Murmuraba, siempre en constante inquietud.
Mi madre fue un apoyo más estable. Al menos lo fue hasta que le diagnosticaron un cáncer de mama. El último año que pasó con nosotros fue como si alguien nos extrajera la fuerza con una jeringuilla. La familia perdía su fuerza
Mi padre se encerraba cada vez más en su estudio y cuando mamá murió, ni siquiera se dignaba a salir. Se limitaba a dejar el estudio por las noches y meterse en la cama de matrimonio, que habíamos comenzado a llenar nosotras dos en un intento por paliar la pérdida.
Los tres solíamos llorar. Supongo que Izela cogió de ahí su costumbre. Ella se sentía inútil, como si de verdad pudiera haber hecho algo por mamá. Supongo que por eso empezó a abandonar la casa los fines de semana.
Los lunes, los martes. A veces los miércoles.

A veces solo volvía por las noches y papá no se atrevía a preguntar. La dejaba entrar en la cama y dormir con nosotros. Supongo que ahora sé a dónde iba cuando desaparecía de casa.
Sentía tanta desesperación, tanta culpa e impotencia, que cuando apareciste allí, firme, seguro y a su total disposición, no supo manejarte.
El hecho de que pudiera ejercer el control sobre un parámetro de su vida debió ser más de lo que supo controlar y tú pagaste por ello.

Yo me quedé con papá y nunca perdone a Izela que se fuera, por su propia cuenta, dejándonos solos allí. Perdiendo a una hermana, además de a una madre.
Supongo que fue más de lo que papá pudo soportar, así que me dejó con mis tíos y emigró a Alemania, pidiéndome que buscara a mi hermana y cuidara de ella.
Que la llevara con mis tíos
Que papá no iba a dejar que estuviéramos solas nunca más. Sinceramente, yo no me fiaba de su palabra, pero la acción más humana que se me ocurrió acometer en aquel momento fue permitir que intentara enmendarse, aunque no hubiera tenido la culpa de nada.
Yo no duré ni dos meses en aquella casa. Ellos nunca tuvieron un problema conmigo, ni yo con ellos, pero aquella casa me...Hastiaba.

Y por primera vez, empecé a pensar en mí en vez de en proteger a mi hermana y mi padre.
Salí de allí y me di al mundo. ¿Qué voy a contarte? Nada que no sepas sobre la vida por tu cuenta.
Damian me encontró y durante unos años, viví en el bar, en la trastienda, con aquel viejo amargado que había pasado a ser otro miembro de mí ya muy dispersa familia.

Y te encontré, no mucho después. En el fondo de una negra jarra, tirada en una mesa y aburrida de la vida, vino el chico de la sonrisa arrogante y la labia torpe.
Y me dije, hey ¿Por qué no? Parece divertido. Jamás pensé que eras tan serio. Ni que tu vida había llegado a estos puntos. Ni mucho menos que ibas a cogerme de la yugular-Murmuró ella, bajando su boca hasta su cuello.-Pero ambos estamos jodidos. Y...Por alguna razón, no parece tan malo. Aunque seas inestable. Aunque estés medio roto.
Eres morfina en un mundo de puro dolor. Y como cualquier adicción, esto no es sano. Pero creo que podríamos salir vivos de esta

Ceniza la miró.
Vio un destello claro en su pelo, arrancado por la luna que brillaba tras ella, en el redondo tragaluz. Su pelo casi parecía rubio. Sus rasgos casi parecían...
"Nunca ha tenido nada que ver, Ceniza. No podría tener el pelo más negro. No podría tener los labios más rojos. No podría haber depuesto las armas de una forma más clara que de la que lo ha hecho. Se ha vendido de la misma forma que lo has hecho tú y sabes que ella esperaría ante la puerta igual que Chispa hacía en las tardes. Esta vez, sois iguales
Esta vez, los dos habéis caído en la misma mierda. Y precisamente por eso, con ella estas seguro. ¿Quién sabe? Podríais salir vivos. La chica tiene razón."

-Saldremos vivos-murmuró Ceniza, en su oído, despacio.
El viento rugió afuera, como había hecho tiempo atrás en su balcón. Cuando ella aún no lo conocía y aún a ciegas, permaneció a su lado.
Una parte de su cabeza despertó despacio, abriendo paso a una incógnita aún no resuelta.

-¿Que fue de tu padre, Hoguera?-Preguntó Ceniza, sintiendo el lento pasear de los labios de Hoguera por su cuello.
-Mi padre volvió de Alemania habiendo empleado todo su ingenio y esfuerzo en prosperar. Algo que el siempre había aborrecido desde el fondo de su alma.-Dijo ella, sin dejar de deslizar su boca por el cuello de Ceniza, casi con desinterés-Cuando regresó, trajo dinero suficiente como para edificar un enorme edificio, excéntrico y estrafalario como pocos.
Devolvió a casa a sus dos hijas en discordia y les dio una nueva familia, hecha de los fragmentos que una vida irónica y sin sentido había ido recortando de familias e historias desgastadas.
Personas como ellas dos
Todos esos bichos raros, rotos y perdidos se reunieron bajo un mismo techo, compartiendo su desgracia y su experiencia, su odio por un mundo estúpido y ridículo-Su boca ascendió despacio hasta alcanzar el lóbulo de su oreja y juguetear con el-Sabios como pocos, heridos como ninguno.
Así que su mundo se separó de aquel que odiaban y crearon una nueva realidad.
Lo llamaron Limbo-Susurró en su oído Hoguera, con un matiz juguetón-Soy Razia Dahvin, hija de Morgan.
Princesa del Limbo

Y diciendo esto, se abalanzó sobre él.



domingo, 30 de marzo de 2014

Súcubos

Llevaban prácticamente 3 días en el ala nocturna del Limbo.
Slack había demostrado una preferencia por el ambiente nocturno tan pronunciada o más que la de Ceniza así que se habían atrincherado en aquella zona de la gigantesca mansión durante un tiempo,mientras Slack le explicaba a Ceniza más y más cosas sobre la misma.
La primera que le explicó,fue en que consistía el ala nocturna.
Al parecer,Morgan había pedido expresamente que en una de las mitades de la casa no se hicieran ventanas,así que la luz exterior no tenia medio alguno para entrar.
La iluminación se basaba en farolillos,velas e incluso algunas lámparas que simulaban las farolas callejeras.
Debido a ello,aquel ala concreta del Limbo tenía un carácter atemporal.Se dormía cuando la necesidad de ello se presentaba,se comía siguiendo el mismo sistema...etc.
En el resto del Limbo se seguían los mismos preceptos pero las fases nocturnas y diurnas tenían una influencia mas pronunciada y se respetaban relativamente,aunque nunca con un rigor excesivo.

Lo siguiente que descubrió Ceniza era que su propia habitación estaba ubicada en aquel ala,un detalle de Morgan,quien ya empezaba a conocerlo demasiado bien.
Ceniza empleó sus primeros días en investigar sobre la residencia y los puntos que habían alcanzado los rumores sobre sí mismo.
En algunos sectores era ridículamente absurdo y en otros apenas se había oído hablar de el,pero la mayoría de la mansión había escuchado algún cuchicheo que otro.
Así que saciada su curiosidad y su ego a partes iguales,se dedicó a estudiar a Slack.
Al parecer la elaboración de creps era una norma especial impuesta por Morgan para Slack.Ceniza no conseguía averiguar muy bien por que,pero al parecer se le había implantado apenas un mes atrás.Ceniza supuso que se debería a algún suceso concreto que hubiera acontecido en ese tiempo.
Slack comentó con alivio que siempre sería mas agradable que algunas de las otras normas impuestas en toda su estancia en el Limbo.

-Recuerdo una temporada en la que Morgan decidió que debía saludar efusivamente a cualquier residente del Limbo que me encontrara.Y con efusivamente se refería a,como poco,un fuerte abrazo y no menos de dos besos por mejilla.Lo estipuló con esa exactitud.

-¿Tan malo fue?-Reía Ceniza,vertiendo la cera caliente de una vela sobre la palma de su mano,sin apartar los ojos de la misma.Se habían tumbado en una montaña de pufs que había en la mitad de una de las salas del ala nocturna.
Aquella parte no parecía estar muy transitada y la oscuridad hacía las charlas mucho mas acogedoras.

-La gente en el Limbo ha pasado por muchas cosas.Es extraño que no te encuentres a nadie por aquí sin su propia historia o drama personal.No se suele preguntar pero cuando bebemos juntos o nos ponemos a escribir,cantar...Esas cosas surgen.
A algunas personas eso las ha hecho mas cariñosas.A otras,solo mas reservadas.A algunas incluso agresivas.Todavía recuerdo cuando tuve que saludar a K.Casi me da un ataque-Casi se pudo oír como Slack se estremecía en la oscuridad

La boca de Ceniza se puso algo mas seria y sus ojos abandonaron la cera solidificada que se resquebrajaba en su palma.Slack podía ver como le refulgían los ojos de pura curiosidad.

-¿Tan malo es K?

-K es una mujer.Y no es mala,ni agresiva.Pero es siniestra.Tiene un aire que te hiela las venas y a la vez,te hace sentir cómodo.Yo procuro evitar acercarme,pero la verdad es que la mitad del Limbo se dedica a perseguirla por los rincones.En mi caso,sencillamente,no me siento seguro con ella cerca.

-¿Y cual es su maravilloso drama?

-Nadie lo sabe. K no suele salir a escribir y cuando lo hace,todo es demasiado abstracto y confuso como para entender nada.Tiene una hermana aquí,pero apenas se las ve juntas y no parecen llevarse muy bien.
La otra mitad del Limbo anda detrás suya,son como los dos bandos enfrentados.

-¿Cielo e infierno?-Le preguntó Ceniza con sorna-Casi prefiero la perdición.

-Son mas bien infiernos distintos.Tendrías perdición para hartarte,fantasma-Se rió Slack.Ceniza se sentía cómodo con el hecho de que fuera capaz de tomarse confianzas tan rápido.A Slack le encantaba escribir,beber y comer creps,además de las salas oscuras y con pufs,por lo que no había sido muy difícil congeniar con el

-En fin-Prosiguió Slack-¿Te apetece una ronda bohemia?Aún tengo que entrenarte para cuando nos juntemos con el resto de la tropa.Tienes que demostrar como de afilada es tu lengua,las leyendas no se hacen solas.

Al parecer,según Slack le había contado durante el transcurso de lo que Ceniza estimaba que sería la tarde del segundo día,las rondas bohemias eran bastante conocidas en según que sectores del limbo y Slack los frecuentaba todos.
Consistían en escribir poesía,un campo que Ceniza nunca se había decidido a explorar,aunque con un verso y rima libre,lo que le facilitó bastante las cosas.Al final,descubrió que no se diferenciaba tanto de una prosa con excesivas florituras
Se recitaban unos párrafos,lo que fuera capaz de improvisar cada uno en el momento.Botella en mano,los miembros,con total honestidad,bebían un trago cada vez que un verso era especialmente bueno,trágico,inspirador....
Lo peligroso de aquel juego residía en que muchos de los poetas veteranos escribían mejor cuanto mas alcohol bebían,por lo que el círculo vicioso era una fuerza a tener en cuenta a la hora de frenar al bebedor.
Slack era particularmente bueno,pero sabía controlarse y Ceniza ya había tenido ocasión de ser apaleado en una ronda bohemia con el,que le costó el anochecer de su hipotético segundo día.

Así pues,comenzaron,anidando en los pufs de plumas,su juego de palabras y tragos cruzados,disparando metáforas el uno al otro con un estilo y una dedicación sin par
Slack murmuraba,entrado en materia,unas últimas frases que anotaban su factura en el estomago de Ceniza.
Las frases finales de un inconcluso poema que contaba como Slack evitó la depresión y buscó razones para no acabar consigo mismo calaban en la nuca de Ceniza,mientras la botella lo hacía en su garganta.

-"Y ya no piensas en el suicidio como un punto en un mapa,sino como el letrero brillante de salida en una función que nunca fue lo suficientemente mala para hacer que quiera irme"

Ceniza pegó un largo trago mientras Slack lo miraba sonriendo.Habían bebido de la botella a medias y los ritmos forzados que imponía la prosa habían hecho estragos claramente visibles.Aún quedaba la mitad,de la que se apropió Slack desafiante,echándole una mirada  Ceniza.

-"Las almohadas nunca cuentan todo lo que podrían de un hombre,menos aun de una mujer"-Comenzó,despacio-"Cuando un amigo se empapa de lágrimas,la lengua es mucho mas ligera que las plumas y el relleno de edredón y mientras los años pasan,se espera una tregua firmada con alguien que nunca se dignó a hablar contigo,pero que entraña una muda promesa en la que te fuerzas a creer.
Al fin y al cabo la esperanza es lo que empuja a una almohada a golpear unas palmadas en la espalda y murmurar que ya vendrán tiempos mejores.
Las manecillas de los relojes cuentan la deuda en minutos que has pasado sin dormir,mientras cada día que despiertas sin haber visto descanso es solo una placa mas de una armadura de chapa.
Las letras y las acciones se empeñan,como un maestro paciente,en enseñarte cada día que la tregua que estabas esperando empieza por firmar una contigo mismo y con paliar las resacas sonriendo y no con mas bebida.
La ciencia enseña que las heridas no cierran y que nadie cicatriza,solo se aprende a vivir con lo que ya se tiene,por que la fuerza crece en la necesidad de tu propia estructura que ya soporta un peso.
Hasta que un día arriba se está igual de solo que demasiado abajo y no importa el fuego por que con lo que hemos de lidiar es con las brasas.
Que,tras el incendio,son solo Ceniza"

Slack lo miró con los ojos entornados y se llevó la botella a la boca,con resignada determinación,aunque no tardó en toser la bebida cuando aquella voz fría cortó la penumbra de la sala,resonando por los rincones.

-Así que así es como has llegado hasta aquí-La silueta caminó sinuosamente entre los pufs hasta dejarse caer cerca de Slack y Ceniza,tomando la botella de las manos del primero sin contemplación alguna.Las velas iluminaron un pelo largo y rubio,que caía por los hombros.
Los rasgos duros,los ojos verdes reluciendo en una mezcla de curiosidad y desagrado y la piel clara.Unas manos ágiles y finas llevaron la botella a su boca,tomando una buena cantidad de la botella-Después de tanta guerra,¿Tu eres Ceniza?.

Slack se revolvió en el puf incócomodo y mirando a uno y a otro alternativamente,se levantó,excusándose.
-Prácticamente estábamos terminando ya,K.El chaval es bueno,si quieres prueba una ronda
-Gracias,pero me hago una idea de lo bueno que es.He tenido tiempo de verlo,descuida.

Slack compuso una sonrisa y se fué,dejando a Ceniza con las manos temblando y la mandíbula a punto de partirse,enfrente de K.Paralizado,como una rata ante una cobra.La voz sonó ajena cuando consiguió contestar,como si otro estuviera hablando en su lugar y no tuviera muy claro a quien representaba.

-No me extraña que te teman por aquí.Ahora entiendo a que viene tanto misticismo y gilipollez.Este sitio es demasiado bueno como para tenerte aquí.Nunca te interesó esta mierda,las letras,la música,el drama,el teatro y la anarquía no son lo tuyo.Vuelve a tu orden.

-Shh.Yo nunca quise hacerte todo aquello.Jamás pretendí transformarte en esto-ella lo miraba,casi con ternura,mientras le daba otro trago a la botella-Las cosas se torcieron y yo no podía quedarme con el tipo de persona que eras en aquel entonces¿De que tienes tanto miedo?Ahora eres grande.Eres la leyenda.Y sin embargo el chico mortal que eras entonces nunca me miró con tanto terror en los ojos.

-Todo empezó por esto.Fuiste el detonante de tantas cosas que casi pierdo la cuenta.Nadie jamas me ha hecho sentir tan vulnerable.Y ahora que soy Ceniza,no volverá a ocurrir-La falta de convicción rebosaba en cada palabra y reflejaba una pequeña sonrisa en los labios de K.
La sonrisa se ensanchó mientras dejaba su botella en el suelo y se deslizaba lentamente hasta él.Su tumbó al lado,dejándose caer sobre el costado para mirarle a los ojos peligrosamente cerca.
El olor de 3 años de miseria subía desde el cuello de K hasta los labios de Ceniza y los recorría con calma antes de entrar por sus fosas nasales.
Había algo magnético en todo aquello,algo que había olvidado.El inhibidor de voluntad por excelencia,el alma de K.
Mientras Ceniza trataba de luchar con todo aquello,los colmillos de K acariciaron su cuello,despacio y con calma.
La mano derecha de Ceniza ya se había enredado en su pelo mientras todo su ser gritaba de alarma,de rebelión y de rechazo,mientras algo dentro de él intentaba rasgarlo desde dentro,intentando separarlo de aquella boca que recorría su cuello.

-Al fin y al cabo sigues siendo el mismo perro-Rió ella,desde su nuez,recorriéndola con los labios con calma y dedicación,como el león que olfatea la carne.
-Y tu la misma zorra-Murmuró Ceniza entre dientes,mientras sentía como los colmillos se hundían en su piel para castigarle por su insolencia y sus manos,desobedeciendo a los gritos en su interior,empezaban a recorrer la piel de K.
Todos los momentos que habían pasado juntos se abalanzaron sobre su mente,avasallandola y recordándole por qué había vendido su mundo.Cada segundo,cada gemido,cada risa,cada noche abrazados le susurraban que quizás no había sido un precio tan caro.
Ceniza sentía su alma devaluarse con cada caricia,mientras todos los recuerdos tomaban posesión de su mente y la embriagaban.La echaba de menos.La necesitaba como morfina dentro de un mundo de puro dolor.
Era la única cosa que podía mitigar su existencia,la razón por la que aún creía en los milagros.Y su pelo rubio lo envolvía todo.
LLevaba tres años muerto hasta que volvió a besarla.Su aliento entró por sus pulmones,ensanchándolos mientras ella se colocaba sobre él.

Un recuerdo concreto se detuvo en su retina.
Ella rodaba por su cama haciendo el ruido mas estúpido que podían haber imaginado los dos.El se reía y le seguía la corriente,subiéndose a la cama y evitando que rodara mas,sujetándola contra el colchón.
-¿Que se supone que es eso?-reía el,mientras intentaba hacerla cosquillas sin que escapara de su agarre
-Un...un súcubo-Murmuraba ella entre risas,revolviéndose en el colchón
-Viéndote no resulta tan descabellado.

El pequeño fragmento le trajo la misma ternura y promesas que traían los demás,pero algo chirriaba en las palabras.
Súcubo...
El pequeño Ceniza en su interior envejecía,lenta e inexorablemente
-Supongo que lo has intentado.No se puede luchar contra un demonio.Al fin y al cabo ella tenía razón.Eso es lo que es-Las ojeras aumentaban y la barba crecía despacio.Pero esta vez,lloraba.Las lágrimas recorrían sus mejillas despacio,mientras su voz adquiría un cariz desesperado-¿Acaso no valemos nada más?Me prometiste que no ibas a dejarme morir Ceniza.Yo no puedo crecer.Por favor

La súplica sonaba cada vez mas fuerte y la palabra restallaba contra el cráneo con cada movimiento de los labios de K
Súcubo
Sus dientes se cerraron en torno al labio de K.Fuerte,como a ella le gustaba.Quizas demasiado fuerte.Definitivamente demasiado fuerte.El sabor metálico de su sangre en la lengua rompió las promesas huecas y dejó a su vista la visión de sí mismo,en el suelo,tras la paliza de aquellos matones.
Con el mismo sabor metálico en la lengua.
-Vuelvete al infierno,preciosa-Sonrió Ceniza
-Te juro que pagarás por tardar tanto en rechazarla-La mano de Hoguera aferró la nuca de K,que se había retirado de la boca de Ceniza al recibir el mordisco y sangraba por el labio inferior.

Ceniza observó atónito como Hoguera,salida de la nada,arrastraba a K lejos de el,la arrojaba lejos de la montaña de pufs,sobre el mármol y se colocaba sobre ella,de una forma nada amistosa
-¿Así que has sido tu todo este tiempo,eh?
-Apuesto a que te jode ver como tu hermana es capaz de reducir al héroe a un muñeco de trapo-Siseó K desde el suelo,revolviéndose con furia
-Creo que el muñeco de trapo te ha mandado a la mierda con la suficiente claridad. Saboreate el labio si no es suficiente pero ten en cuenta esto-Replicó Hoguera,rezumando ira-Como familia mía,no te tengo ningún respeto.
No me importa que las camareras babosas de un bar le pongan la mano encima,por que al fin y al cabo no son mas importantes que los patanes que meto yo en mi cama los domingos.Pero aquí ya has terminado y ha tenido suficiente con lo que hiciste la última vez.Vuelve a intentar algo parecido y morderás el suelo.
Juro que hablo en serio

Se levantó despacio,con K inmóvil en el suelo y la mirada fija.Esta vez,K no contestó.Se levantó y se perdió en las sombras del Limbo.
Hoguera se giró con gesto hosco hacia Ceniza.
-Y tu,mi habitación esta por allí-Hizo un gesto hacia uno de los pasillos,coronado por dos pequeñas farolas-Pone Hoguera,no te será difícil de encontrar.Esperame allí.

Ceniza la miró con un gesto de gratitud.Ella le sonrió de vuelta,suavizando la expresión y cambiando de rumbo,girándose hacia el
-No te preocupes.Dejaste claro lo que querías y no era a ella,claramente.Pero a partir de ahora pasas a ser de mi propiedad-Avanzó hacia Ceniza,acompañandolo en la dirección que había señalado previamente-Ven,voy a recordarte quien de las dos se llevó los mejores genes.

jueves, 27 de marzo de 2014

Limbo

-Has estado a punto de matarme varias veces.Hay cosas de mí que aún no entiendo.Como por que aún sigo permitiéndote acercarte a mí.
Morgan lo miró con la mandíbula perfilada por aquella barba,recién recortada,que afilaba su expresión al máximo.
La sonrisa burlona no acudió a sus labios cuando habló con lentitud y compasión por primera vez desde que lo conocía,sosteniendo en sus manos una larga hebra de hierba que Ceniza había trenzado concienzudamente.
No hacían ni dos horas desde que la situación había pasado a enfriarse y Ceniza le permitió levantar su rodilla del suelo.
-Tu mismo te lanzaste a acciones que podían matarte.O me levanto,o me estallo contra el suelo.
-Mis métodos son míos por alguna razón-Replicó Ceniza entre dientes.

Habían subido a una colina verde no muy lejana del viejo tocón y el sol había empezado a dejarse caer del cielo,con desidia.El horizonte lo ocultaba con una rapidez cada vez mayor,mientras Morgan añadía briznas de hierba a aquella densa trenza para continuar entretejiéndola, haciéndola crecer 

-Es el único lenguaje que entiendes,Ceniza.Estas tan anclado que cualquier otro estímulo no va a despertar siquiera tu interés.Además,tienes razón.Si no eres capaz de superar esto estás mejor muerto

-¿Soy menos molesto,no?-El tono irritado de Ceniza sugería un ligero resentimiento por el intento de asesinato perpetrado horas atrás.Quizás algo más que ligero.

-Es mas piadoso.Has nacido con la condena de ser lo suficientemente listo como para comprender lo absurdo que resulta ser el mundo.Cuanto mas piensas,mas fallos encuentras,mas distensiones,mas problemas y grietas en tu realidad-Morgan hablaba con la vista fija en el sol,que enrojecía por momentos en la distancia,tiñendo el cielo a medida que se dejaba hundir en la tierra-Ver mas allá solo te sirve para darte cuenta de que esto no es el país de las maravillas.Si no eres capaz de vivir en el mundo que has descubierto,estarías mas cómodo fuera de él.

Ceniza no contestó.Apretó la mandíbula y miró a sus pies,donde la hierba se movía de un sitio a otro,sintiendo el calor del sol batallando contra su piel en su última lucha del día por un mundo menos frío.Los minutos transcurrían mientras la tarde continuaba agonizando.
-Yo no pedí esto.
-Ninguno lo hicimos
-Se supone que ser inteligente es una cualidad.Una ventaja.Y que la felicidad es la meta.Que nuestro fin último como seres humanos es ser felices.
¿Que clase de cualidad de mierda te impide realizar lo que has sido creado para hacer?¿Que estúpida broma pesada es esta?- Ceniza arrancaba la hierba por parches,murmurando con la boca fruncida y las pupilas dilatadas de mirar al horizonte.
-Tiene algún tipo de...gracia macabra,si lo miras desde el punto adecuado.Siempre tenemos el consuelo de ser especiales.
-Especiales e incompletos.Fallidos-La comisura de los labios de Ceniza se elevó imperceptiblemente-Lo que nos hace mejores es lo que nos hace ser unos malos humanos.Nuestro defecto de fábrica es una cualidad extraordinaria.Nacimos demasiado buenos como para que nuestra existencia tenga un sentido.
Como broma,es particularmente pesada.
-Podemos matarnos o intentar averiguar si nuestra función es otra.O si es la misma,pero se llega por otros medios.Si no eres lo bastante fuerte para seguir con la búsqueda,estás mejor muerto.Velo por ti,hermano.No pretendo hacerte mal,mas bien al revés-Morgan lo miró con ojos tristes y la sonrisa en la boca,mientras el sol terminaba de esconderse.
Su brazo pasó por encima de los hombros de Ceniza y lo estrechó,en un gesto reconfortante.
-Entonces solo nos queda esta carrera penosa por saber si hay una meta-Ceniza le devolvió una mirada cargada de resignación.
Morgan,ensanchando aún mas su sonrisa,esta vez con el toque pícaro y salvaje de siempre,añadió.
-Pero imagina chico.Si en verdad hay una meta¿Como de grande sería?.Seríamos especiales.Sin broma macabra.Seríamos grandes.Dime que no vale la pena luchar por darle un sentido a una vida tan extraña.


La recepción del edificio era imponente.
Una moqueta de un rojo escarlata cubría el vestíbulo y los pasíllos que llevaban a las habitaciones.Nada era demasiado ominoso,pero no era ni por asomo lo que alguien habría llamado una "humilde morada",como había sugerido Morgan cuando se encaminaron hacia allí.
La recepcionista ni siquiera levantó los ojos de su revista de moda,como si aquello no fuera con ella mientras Morgan cogía una llave del mostrador sin pedir permiso alguno.
Lo primero que no cuadraba en aquel escenario era la escasa o nula reacción de la mujer al hecho de que dos hombres no precisamente trajeados cogieran las llaves de una de las viviendas como si fueran suyas.
Lo segundo era lo bien que parecía desenvolverse Morgan por aquel edificio,empezando por aquel "Buenas tardes Ana" que soltó a la recepcionista mientras recogía las llaves y acabando por su infalible orientación en el laberinto de puertas que representaba aquel hotel,o bloque,o lo que quiera que fuera el elegante edificio
Ceniza incluso empezaba a plantearse el hecho de que Morgan no le hubiera mentido cuando afirmó que se alojaba allí.

Tras una interminable sucesión de puertas,y habiendo perdido la orientación en el cuarto giro a la derecha que dieron,llegaron a una habitación entre la 134 y la 261 que coronaba una pequeña y sobria M,justo donde debía estar la placa del número.
Morgan abrió sin mas preámbulos y la cerradura cedió sin dificultad,deslizándose suavemente y permitiendo el paso casi con mimo.
-Bienvenido a mi Limbo,chico.
La casa era enorme.Ceniza no había visto un salon tan gigantesco en su vida,por no hablar del resto de las habitaciones que pudo vislumbrar desde el umbral de la puerta.
Al fin y al cabo,la casa debía ser enorme,pues¿Donde si no iba a caber tanta gente?Ceniza contó 12 personas en un vistazo rápido,siendo consciente de que olvidaba algunas mas que habían desaparecido en las profundidades de la casa.
Había un cierto aspecto victoriano,antigüo pero sin resultar viejo,con muebles de época y otros objetos totalmente fuera de lugar,como la televisión de plasma o la cadena de música.
Era una casa estúpidamente chirriante,pero a Ceniza le encantó
Algunos se pararon a mirarlo,ladeando la cabeza con curiosidad.Otros,simplemente,echaron un vistazo y prosiguieron con lo que estaban llevando a cabo.
-Asi que este es nuestro Neo-Rió uno de ellos desde el fondo de la cocina,cocinando lo que por el olor,debían de ser creps.
-¿Que coño es esto?-Ceniza miraba la casa,absorto,sin saber muy bien que decir.Comenzó por la pregunta mas lógica-Es imposible que cada una de las otras puertas sean casas como esta.
-Claro que es imposible.Son solo salidas de incendios a esta,o entradas alternativas.Pero como eres el nuevo,necesitabas entrar por el Hall.
-¿El edificio entero es tuyo?-La sorpresa de Ceniza tiraba sutilmente de su mandíbula,dejando una boca abierta bajo unos ojos absortos.
-No entraremos en detalles de cómo lo he conseguido.Pero si,el edificio es mío.No,nada ilegal chico,no te asustes-Se apresuró a añadir ante la interrogativa ceja de Ceniza.
-Lo llamamos el Limbo.Es tan anárquico y está tan desatado de la realidad que se ganó ese nombre en cuanto nos juntamos unos pocos.¿El nuevo no?Que hay,soy Slack.-El chico de los creps había salido de la cocina para tenderle la mano,con un plato lleno hasta arriba de los susodichos y una expresión afable.
Era negro,de rasgos suaves y bastante atlético,y parecía rebosar confianza y buen humor.
-Ceniza.-Dijo,estrechándole la mano con amabilidad.
Slack miró a Morgan con los ojos muy abiertos,y después,de nuevo a Ceniza. Morgan asintió con la cabeza y sonrió a ambos.
-¿Que ocurre?-Preguntó Ceniza,incómodo.
-Se ha hablado mucho de ti últimamente.La mayoría estábamos esperando a que vinieras,aunque hay algunos que no parecían muy contentos con ello. K, por ejemplo.Pero de eso hablaremos luego,no te preocupes.En términos generales,serás bien recibido aquí.Sabes como hacer que se extiendan los rumores.
-Y quizás yo te haya echado un cable-Dijo Morgan ,dándose la vuelta y saliendo por la puerta.

Ceniza ya se había acostumbrado a ello.
Morgan desaparecía y aparecía cuando le venía en gana y era inútil preguntar cuando lo hacía,puesto que la única respuesta consistía en ignorar completamente la pregunta.
Para cuando querías darte cuenta,Morgan estaba fuera de visión y tu preguntándote como desaparecía tan rápido
Así que se giró hacia Slack,decidido a indagar sobre aquel sitio.
-Bien,supongo que eres mi guía-Usó la mejor sonrisa que tenía,porque si iba a pasar tiempo allí,quería entrar con buen pie.
Slack le sonrió de vuelta
-Será un placer.Toma asiento,seguramente el resto quieran aportar su parte.-Hizo gesto hacia el descomunal sofá donde yacían otras 3 personas,dos chicos más y una chica,que bien podía ser pariente de Slack.
Se le hizo un hueco en el mismo y el resto de las personas de la sala se acercaron.
El enorme plato con Creps se dejó  en el suelo y todos cogieron uno,distraídamente mientras se acomodaban en círculo,unos en el sofá y otros en cojines en el suelo,frente a el.
En total,debía haber unas 20 personas solamente en el hall.
-En fin,podríamos empezar con las presentaciones,pero no vas a acordarte de los nombres y,al fin y al cabo ya los irás conociendo,si llegas a pasar un tiempo aquí-Comenzó Slack,sin perder ese aire de afabilidad-Chicos,este es Ceniza.Estabas empezando a retrasarte,compañero.
Bienvenido al Limbo.Como ya te he contado,lo llamamos así por que este sitio está en un mundo aparte.Lo financia Morgan,del suelo al techo.Aquí siempre hay comida,bebida e incluso una habitación personal para cada uno.
Te sorprenderá lo enorme que es el tenderete.Actualmente vivimos unos..80 aproximadamente aquí,¿No?-Hubo un murmullo general de aprobación."Mas o menos" se oyó de fondo,entre los asentimientos-Lo importante que tiene este sitio es...Que todos somos bichos raros.Aquí no se entra así como así.Morgan te elige personalmente y te asigna tu habitación y sus normas.
Cada uno tiene alguna personal,e intransferible,de modo que las reglas para quedarse aquí difieren de unas personas a otras.Ya lo irás descubriendo.
-Entiendo-Murmuró Ceniza,para si mismo,reparando en el hecho de que Morgan no le había asignado habitación alguna,ni mucho menos una regla.-Supongo que la pregunta inmediata es...¿Por que se me ha esperado tanto tiempo?.
-Morgan habla mucho de tí.Constantemente.No nos dice lo que pasa,siempre son frases sueltas.Pero eres el único que ya tiene una habitación asignada desde hace tiempo.Incluso pone Ceniza en la puerta.
Morgan dice que eres lo más parecido a el que ha visto nunca.
-Bueno y todos hemos pisado los bares.¿Quien no ha oido algo de tí?-Añadió un chico bajito,escuálido y con un aire nervioso.
-Y los cafés-Añadió otro
-Los pubs-Rió una chica,tirada sobre un cojín en el suelo,frente a el.
-Ya sabes,todas las historias-Finalizó Slack-Aunque muchos no nos creemos la mitad.

Ceniza cogió un crep del plato y les miró,lentamente.Despues sonrió dandole un mordisco
-Quizás deberiais-Alzó la vista al techo y expiró-Creo que me va a gustar este sitio.

martes, 18 de marzo de 2014

Desafortunadamente

-Aún no me has explicado por que querrías ayudarme-Jugaban en el centro del bosque,junto al viejo tocón.

A Morgan le encantaba pelear y el nunca había rechazado un buen reto,aunque seguía recibiendo más moretones de los que era capaz de infligir.Hacía un par de días que,en un alarde de burla,el engreído mentor se había tapado los ojos con vendas para pelear a ciegas,aunque aquel exceso de confianza había derivado en una paliza que arrastraba toda la frustración acumulada de las anteriores.

-Ahí esta el acto de fé,manos de trapo.Cualquiera puede confiar con razones sólidas-Le contestó,mientras se agachaba para lanzar una patada a los tobillos de Ceniza.
Este respondió de un salto,disparando su tibia a la sien de Morgan mientras su patada baja pasaba limpiamente por debajo de sus pies,sin tocarlo.
Sin embargo, Morgan agarró su tobillo a escasos centímetros de su cara y ejecutó aquel gancho asqueroso que llevaba haciendo desde el primer día,tumbando a Ceniza de un golpe ascendente en la mandíbula.

El impacto de su espalda contra el suelo sonó sordo y hueco,acompañado por el aire que se escapó de los pulmones de Ceniza,como un fuelle golpeado por un martillo.Maldijo y escupió a un lado antes de levantarse.


-La fe requiere de doctrina y confianza ciega.-Repuso Ceniza,sacudiéndose el polvo de los hombros-Y no soy precisamente un obispo.
Morgan rió.
-Eso lo tengo muy claro,Sherlock-Compuso una sonrisa y añadió,con sorna-Y por lo que parece,Sara también¿Me equivoco?
Ceniza bufó con fastidio mientras se lanzaba hacia delante,fintando para encajar su codo en la defensa de Morgan.Esta vez fue bastante mas corto y el mismo gancho surgió de la nada,desde debajo,ascendente y con un impacto descomunal,como de costumbre,el gancho volvió a lanzarlo al suelo como si hubiera intentado dar un cabezazo contra un pistón industrial en movimiento.
Los brotes verdes de marzo lo recibieron como a un viejo amigo cuando volvió a golpear el suelo con su espalda,abrazándolo en un intento de animarlo tras la duodécima caída entre aquella maleza que comenzaba a cogerle un cariño especial,tras tanta visita ruidosa y violenta.

Morgan,de pie,se limpiaba el sudor de la frente con el dorso de la mano y hacia rotar los hombros,como si aquello le doliera mas a el que al destrozado Ceniza,tendido en el suelo.
-Olvídate,esta mierda empieza a ser irritante-Murmuró desde la verde alfombra,de mal humor.
-¿No es distinto de aquella vez con los matones,no?-Rió entre dientes Morgan-Aquellos te mandaron al hospital¿No vas a concederme el mismo honor?
-Aquello fue por temas melodramáticos y absurdos.De esos que a ti te gustan-Ceniza había cerrado los ojos y reposaba la cabeza en un montón de musgo-Repito,que sacas tu de esto.
-Eres un tío listo.Deberías darte cuenta de que intento sacar de ti algo de provecho.Tienes una forma de pensar concreta,curiosa,si bien algo basta,estúpida y autodestructiva. Necesito a un igual chico. Consideralo un cumplido.Ahora habla de tus melodramas,quizás hoy aprendas algo.
Ceniza abrió los ojos y enarcó una ceja,mirándolo desde el suelo,pero su boca era una linea recta cuando habló,con seriedad:
-Tentaba a la suerte.He sobrevivido hasta ahora por mera suerte,por puro instinto y casualidad.Pensaba sobrevivir a aquello o quedarme en el intento
-No hay caso. Llevas el misticismo a extremos imposibles y si bien es algo que te hace especial,no puedes extrapolarlo a todas tus circunstancias.Chico,estas por encima de la media¿Por que ibas a confiar en una ruleta rusa?
-Porque puedo-Replicó Ceniza,trenzando dos hebras de hierba.
-¿Puedes?-Morgan sonrió-No,no puedes chico.Tu reputación te precede.He oído hablar de ti en bares y en barrios de mala muerte,en albergues de mendigos y en los clubs de apuestas,en los clubs de literatura y los garitos de Jazz.
Incluso en algún restaurante,aunque no muy bien en estos últimos,si te soy sincero.
Tienes una afición insana por la ingeniería social.Te encanta montarlo todo de manera que puedas ser,o no ser visto.Obtener,o pasar de largo.Sentarte en un trono o conseguir prestado un taburete.
Y así con todo.
Un control obsesivo,casi patológico.La suerte no tiene que ver aquí.
-La suerte es lo que me permite hacer perfecto cada cimiento de mi bonita y bien cuidada imagen.De todas maneras soy mucho menos de lo que se habla de mí por ahí,deberías saberlo-Dijo el,de forma distraída,con una fina cuerda de hebras de hierba jugueteando entre los dedos índice y corazón.
-Y mucho mas de lo que estás dispuesto a aceptar,porque eso conllevaría usar tus propias capacidades para tus fines.Algo tan sumamente incómodo¿Verdad?
Ceniza rió,entre dientes mientras miraba al tendido.
Volvió sus ojos,azules y cegados por el sol del claro hacia la cara de Morgan y susurró,burlón y confiado.
-Pruéba tus hipótesis.
La sonrisa de Morgan se volvió casi sádica,pasando de agradable gentileza a una incómoda psicopatía,mientras se aproximaba rápidamente hacia Ceniza.
Lo último que éste tuvo tiempo de pensar antes de que Morgan lo izara contra un roble fué: "¿Por que cojones seré tan bocazas?"
-Dicen que golpeas tan rápido que sientes el segundo puño cuando el tercero impacta-Dijo Morgan,disparando su rodilla hacia arriba mientras Ceniza se revolvía como una anguila hacia un lado,esquivándolo e impulsándose en el roble-Que bebes más que el borracho del StJames y que incluso gritas mas fuerte que él cuando se monta la trifulca
Que ninguna mujer te ha visto despertar por las mañanas y que el sol te marca la hora de irte a dormir.
Que tienes la navaja mas afilada que una hoja de papel y la lengua más afilada aún si cabe.
Y los fantoches me ponen enfermo.

Gancho,impacto,césped.Y de nuevo,Morgan levantándolo por las solapas de la chaqueta.
Ceniza volvió a sentir el miedo rebulléndose en su estómago como la primera vez.Morgan estaba fuera de si y aquello le superaba con creces.
Empujó al desquiciado lejos de sí y le miró con reticencia.

-¿Crees que si fallo un golpe será cuestión de suerte?¿Que si consigues tumbarme sera por haber tenido la fortuna de golpear en el momento oportuno?-Morgan se lanzó hacia delante,agarrandolo por el cuello y poniendolo contra un árbol.

El aire empezó a faltar en los pulmones de Ceniza,escapándose cada vez mas despacio,mientras trataba de zafarse con ambos brazos
-Haz honor a tu nombre.Si no eres quien les has hecho creer que eres,no mereces llevar la leyenda sobre tus hombros.No mereces que se escriba sobre ti.Los fantasmas no escriben la historia.Los fantasmas no marcan una diferencia.

El boqueo desesperado de Ceniza no conseguía liberar la presa y poco a poco se le iban cerrando los parpados mientras las manos asían  la muñeca de Morgan.Los dedos perdían su fuerza y abandonaban su afán,deslizandose poco a poco hasta caer junto a sus caderas en una silenciosa rendición

-Supongo que este es tu problema.Le dejaste a la vida que te cogiera por el cuello y te ahogara.Nunca fuiste mas que un crío y has estado haciendo perder mi tiempo.
Estas otra vez en la misma historia,como cuando ella te tuvo.Como un muñeco de trapo inerte y ahogado.Como yo ahora mismo.Ya te dejaste matar una vez¿por que no dos?

La sangre fluía con dificultad hasta el cerebro,cada vez disminuyendo mas el flujo...
Palabras flotaban en torno a las hojas verdes del claro,susurrando al mismo tiempo que Morgan seguía profiriendo su perorata,su extremaunción.

-...No me extraña que ella decidiera patearte como a un perro.Me pregunto que vió en ti.

Un torrente de imagenes volvió a su cabeza,con las pocas moléculas de oxígeno que su congestionada mente pudo reunir.Se vió a sí mismo con Negro.Con sus amigos.Con todo lo que había quedado en aquel entonces.
Pequeño,joven,inexperto.Inocente.Con una confianza que movía montañas.

Su propia voz resonó en su cabeza,repitiendo aquella frase que había murmurado para sí mismo durante dos años: Si volviera a encontrar a aquel chico,le pediría perdón.Perdon pequeño.Lo he jodido todo.

Y el llanto de el joven,mientras lentamente su pelo perdía aquel brillo dorado y se tornaba de un oscuro gris,mientras la barba crecía,los hombros se ensanchaban y los ojos adquirían sus marcas de cansancio y cinismo,fue el sonido mas claro que había oído en mucho tiempo.
Algo se le rompió en el corazón a Ceniza.Aquella bondad innata,escondida,desbordó por los rincones y arrancaba la tristeza mas grande que jamás había sentido.
La soledad,las noches,los despertares,el cariz autodestructivo que aquello había tomado...Perdieron su sentido.Ya nadie se apenaba de ello.
Y la única tristeza que cabía allí era la de ver a aquel niño crecer,llorando.Derrumbarse.
"Los críos no deberían tener que pasar por esto.Los niños no deberían tener que crecer tan pronto"
El deseo incontrolable de cambiar aquello,de no tener que disculparse ante aquel crío,de arreglar todo de una vez y devolverle su vida,inundó a Ceniza

Una mano recogió su cara.Una mano débil,una mano firme.Afilada,pero amable.Temible y familiar,titánica y cuidadosa..Afeitó su barba con una sola caricia y tensó la piel que circundaba aquellos ojos azules de niño.

-No llores,enano-La voz sonaba firme.Madura.Calmada.Nada que ver con el Ceniza que colgaba inerte de la mano de Morgan. Nada que ver con la miseria que había sumido las ebrias palabras de una era entera de preguntas sin respuesta.Una voz resignada,calmada y comprensiva-Te llevo de vuelta a casa

El claro volvió a aparecer con toda la fuerza de la naturaleza resonando en las pupilas de Ceniza,abiertas con violencia de par en par,mientras Morgan contemplaba con expresión impasible.Por un momento,el azul se torno verde mientras las manos recuperaban su agarre,subiendo a la muñeca,pero continuando por el antebrazo y agarrando el propio cuello de Morgan.
Se cerraron,como las mandíbulas de un lobo en torno a la presa y los pies de Ceniza volvieron a tocar el suelo.La espalda de Morgan encontró un tocón,mientras su garganta luchaba por obtener el mismo aire que había sido arrancado de los pulmones de su alumno.

Morgan,haciendo un rápido movimiento con el antebrazo,consiguió romper la presa y lanzarse al ataque,como una serpiente acorralada.Aunque esta vez,el gancho no se topó con la mandíbula de su contrincante,sino con la palma de una mano férrea,que lo detenía a escasos centímetros de una cara contraída en una mueca irónica.

-Soy Ceniza.Dueño de la música y las palabras en el momento oportuno.Fantoche teatral y leyenda de antros.Mis tercer puño impacta antes de notar el segundo.Mi hígado no tiene nada que envidiarle al borracho del Saint James y el sol me marca cuando me he de ir a dormir.
La luna es mi despertador y las noches,mis zorras.
Mi navaja jamás llegara a tener el filo de mi lengua.
Y además,soy mi propia suerte.
No decepcionaré al chico Morgan Le haré ver que cuando crezca,sera algo grande.Algo de lo que pueda sentirse orgulloso

La mano retorció la muñeca de Morgan con brusquedad,haciendo a este gruñir de dolor mientras caía,a regañadientes,firmando la rendición con sus rodillas en la hierba,en una floritura triunfal y tosca.

-Soy Ceniza. Tememe-Sonrió



domingo, 9 de febrero de 2014

Descubrimientos

El puerta lo revisó de arriba a abajo con mala cara,evaluándolo despacio y con ojo crítico.
Casi podia oír la maquinaria oxidada de su mente engranando con dificultad.Unos cuantos puntos clave,como el hecho de que fuera solo,el pelo,la vestimenta,encendieron distintos puntos en aquel gastado encéfalo,que sacaron una conclusión conjunta tras una exhaustiva mirada.

-No,no pasas.-Era un hecho,un edicto.El tipo de frase que no podía ser refutada
-¿Llevo viniendo aquí desde hace 4 meses,desde cuando os molesta la gente como yo?
-Mira,yo digo si pasas o no.Y no pasas.No hay mas.
-Desde luego-Suspiró resignado.

Sin preocuparse mucho mas,se dió la vuelta y merodeó cerca de la cola,dandole vueltas a como se las iba a ingeniar para colarse allí.
Le gustaba aquel sitio.La bebida era barata y la gente lo bastante estúpida para acabar montando una trifulca.Por no mencionar a las mujeres.
Era el ambiente perfecto para estar de mal humor y con la boca muy suelta.
Y aquella noche se sentía muy crío,así que la diversión sofisticada quedaba descartada una vez más.
Impulsos de muerte,impulsos de vida.Sexo y violencia,pensó,simplificando las cosas
Todo lo que no fuera caer en la misma mierda de nuevo.
Vaciar su cabeza de Morgan de Hoguera y de sí mismo.
Sin pensárselo mucho y amparado en el bullicio,estiró la pierna de forma que el hombre que pasaba a su lado no pudo sino perder el equilibrio y golpearse con una de las barras que sujetaban el cordón que delimitaba la cola.
Sin perder un segundo y aprovechando lo oscuro de aquel rincón concreto,se escabulló.El chico que estaba a su lado intentaba explicarle al del suelo quien era el verdadero culpable,pero los ebrios pierden la audición con la misma velocidad que la cordura y la trifulca ya estaba organizada.
El puerta se movió,intentando separarles y Ceniza se deslizó a sus espaldas sin demasiada dificultad.
"Gorila nuevo,trucos viejos"-Se sonrió,mientras cogía unos vales del bolsillo de aquel puerta al pasar.
El local estaba a punto de estallar y la sangre se le calentó un poco,mientras se acercaba a la barra,contando los vales con la yema de los dedos para deducir de cuantas copas gratis disponía.
La música comenzó a lobotomizarlo despacio y después de unos minutos y media copa empezó a dejar de resistirse,permitiendo que los chirridos le penetraran el tímpano y subieran por dentro de su cráneo reptando.
Cada milímetro de alcohol se le abrazaba al hígado mientras aquel antro comenzaba a parecer mas soportable.
Todo comenzaba a parecer mas soportable y se sonrió a si mismo,con complicidad,sientiendose estúpido,inmaduro y liberado a la vez.
Arquetípico y dramático pero a gusto,porque aquello era lo suyo desde hace ya tiempo y al fin y al cabo se le daba bien.

Algo se colgó de su hombro,sonriente y con olor a cuero.El pelo negro y ligeramente grasiento era todo lo que veía de su cara
-Vaya fiesta has montado ahí afuera.¿Eres un peliculero eh?Me encanta cuando te pones así-Sabía de sobra quien era.¿De que se sorprendía?
-Otra copa por favor.Otras dos.-La camarera miró a Ceniza y luego a su acompañante-Las dos para mi.Me van a hacer falta.El no bebe.No de mi cuenta.
-Estás algo rácano para ser alguien que bebe gratis.
-¿Tambien me vigilas cuando me voy al baño o esa parte la omites?Tu puta omnipresencia me enerva Morgan-Desde aquella noche,aquel pacto,había sido mas consciente de que aparecía en cualquier sitio,en cualquier lugar.Como un fantasma personal,un espectro dedicado a perseguirle.
Y por supuesto,a comentar cada una de sus acciones.
Después desaparecía,semanas enteras,para volver a vigilarlo cuando se aburría,como si hubiera decidido que la vida de Ceniza iba a ser su nuevo reality show exclusivo
-No,solo he venido a divertirme.Estoy cansado de seguirte a todos lados y mirate.¡Pum!¿Quien es ese chico que ha liado semejante follón para entrar gratis al garito?Y como no.Eres como un puto cartel de neon.Se te ve a años luz.
Pensaba perderte de vista y aquí estas,en este antro asqueroso.Supongo que la carroña atrae a las hienas.
-Esfúmate fantoche.Aun no llevas ni una semana dejándome en paz y la norma son dos. Déjame vivir tranquilo¿quieres?-No era el día.No era el momento.No era el lugar ni el estado de humor precisos para Morgan y no quería pelear con él.No con el.
Lo mejor de las escaramuzas de aquel bar es que era fácil ganarlas.Y aunque le dolía reconocerlo,la habilidad de Morgan para encajarle golpes era,a todas luces,más de lo que Ceniza sabía manejar.
Por lo general,cobraba hasta que decidía agarrar un arma blanca y reducirlo.
Era como un guión tácito.
Morgan lo usaba de saco y el conservaba el dominio y la sensación de poder al finalizar.A veces se lo hacía pagar con alguna cicatriz nueva.
Pero allí el procedimiento estaba fuera de lugar,así que quería echarlo y conservar su autoestima intacta.

-Solo pasaba a saludar-Miró a la camarera,que terminaba de servir la segunda copa.-Esa va de mi cuenta,Sara.Al chico no le sobran los vales,asi que ponle algo bueno.Portate bien,pequeñin.

Ceniza le miró con una mezcla de asco y diversión.Le encantaban ese tipo de gestos,esos aires de grandeza.La basura teatral y altisonante.
Lo que le sentaba como un tiro era que a Morgan se le diera igual de bien que a él mismo.

-¿Que tienes con Morgan para que te pague estos caprichos?-La camarera le sacó de su ensimismamiento,inclinándose para servirle en un vaso nuevo,algo mas ancho,que acababa de sacar de debajo de la barra..Era alta,esbelta,y no se habia molestado en cubrirse mas de lo que le resultaría necesario.

-Le dejo que me parta las piernas de vez en cuando.Al parecer,lo disfruta bastante-No se alejaba mucho de la realidad,al menos.
Ella pareció encontrarlo gracioso y le siguió la broma,mientras inclinaba la botella algo mas.Puso el tapón con ligereza y se pasó la botella lanzándola de una mano a otra ,describiendo un giro,para dejarla en la balda en un alarde de habilidad.
Se giró de nuevo hacia él y se apartó el pelo de la cara,colocandolo detrás de su oreja derecha.Ceniza no perdió detalle y sonrió para sus adentros.

-El día que se te caiga esa botella puede que la tome contigo y que deje de pagarme copas caras,así que mas te vale tener buenas manos-Ciertamente,Morgan sabía lo que se hacía.Aquella copa no tenía nada que ver con la basura que valían los tickets del King kong de la entrada.

-Para nada,le encanta verme hacer eso.Es un hombre sencillo.¿Por que crees que me deja servirle las copas?-Rió ella,haciendo caso omiso de las llamadas de un par de tíos al final de la barra.-Pero esto no lo pagan los vales.El garrafón lo sirvo sin mas florituras.

-Este bar es una caja de sorpresas-Hizo un gesto vago hacia el resto del local.-¿Hay algo mas que no se compre con vales?-Trató de quitarle obviedad a la frase,suavizandola y acentuando su expresión de desinterés.

-A mi,por ejemplo-Le guiñó un ojo ella.Bingo-Pero mi turno acaba a las tres,asi que no te vayas muy lejos.

"Me esperaba mas,sinceramente"Pensó el.
-Lo tendré en cuenta-Pronunció sin embargo,mirando al vaso distraído.Allí nunca era demasiado complicado pero siempre guardaba la esperanza de que el tonteo estúpido guardara algo mas.Aunque la mayoría de las veces la decepción era en mayor o menor medida,la norma.
Dejó que todo se siguiera moviendo deprisa,que el bar le comiera mientras apuraba el regalo de Morgan,quien había desaparecido con la misma velocidad que había empleado para llegar.
La barrera entre la realidad y la ficción empezaba abrirse y todo volvía a fluctuar mientras el alcohol le empezaba a llenar las venas.
2:20.
No te vayas muy lejos.Los pensamientos iban y venían como mareas,por oleadas.Ninguno parecía dispuesto a quedarse mientras empapaban la costa de su consciencia.
Un pequeño fuego se encendió en su mente,pero solo duró el instante que tarda en llegar la marea de nuevo,trayendo otro pensamiento absurdo.
Tras una sucesión de preocupaciones por si la puerta de casa estaba cerrada,disertaciónes sobre la costumbre social y los criterios morales y de dilucidar si el chaval de su derecha conseguiría ligar de una vez tras pagar una quinta copa,llegaron las tres.

"No ha sido mucho mas dificil que la etapa anterior"
Pensaba mientras Sara dibujaba la curva de su cuello con la lengua.Ciertamente no era una sorpresa enorme,pero a pesar de ello la decepción llamó a la puerta de nuevo y pasó sin esperar respuesta.
Mientras un rincón de su cabeza analizaba la situación y la cantidad de alcohol en sangre necesaria para que su cuerpo funcionara de la forma correcta,otra fracción aún se preguntaba si la melodía de aquella electrónica estridente no sonaba un poco a Sinatra.
El descontrol general se centralizó de nuevo cuando la mano de Sara comenzó a bajar por su estomago.
La apartó con firmeza y la empujó hacia los baños,despacio,sin ser capaz de separarla mucho mas de sí mismo.

Apenas se dió cuenta del impacto que supuso traspasar la puerta que rezaba "Señoras" de un empujón y si a ella le molestó,no separó los dientes de su cuello para manifestarlo.
Estaba vacío,por fortuna para ellos,ahorrandole a Ceniza una repentina verguenza que se había instalado en su cabeza.
Una parte particularmente estúpida de la misma le recordó que esto era,segun el criterio social,incorrecto,puesto que el debería entrar en el baño designado como "caballeros".Por fortuna,alguna otra fracción de su mente no dudó en acallarla de un guantazo,probablemente la misma que se veía estimulada por la camarera,que no parecía dispuesta a soltar su presa.
Eligió uno de los compartimentos mas grandes y empujó,esta vez con algo mas de cuidado,para entrar.
-¡Eh,eh!-Dijo una voz masculina desde dentro.
Sara giró la cabeza.Ya había dos personas allí dentro.
-¡Joder,perdonad!-Rió risueña,algo afectada por la bebida mágica de Morgan,a la que,según me había demostrado,tenia libre acceso.
"Vamos al de al lado,aquí ya esta Hoguera"Dijo una de las partes de su cabeza.
"¿Que coño...?"Reaccionó una segunda,iracunda
"Hoguera le viene muy grande a ese gilipollas. Deberia soltarla" Sugirió una tercera,con un aire de lo mas razonable.
Su mano derecha,pasando totalmente de la situación,cerró la puerta.El resto de Ceniza colaboró llevándose a Sara fuera del baño.
-¿Que ocurre?-Dijo ella
-Que se me da infinitamente mejor en una cama.Ya sabes,es de esas cosas que no se pagan con vales.
La camarera titubeó,pero después recuperó la sonrisa,animada.
-En ese caso...¿Que otra cosa podría hacer?-Le dijo,arrastrándole a la entrada suavemente.

"La casa no es gran cosa"
Pensaba,mientras se revolvía entre las sabanas,colocándose sobre ella.Al menos todo lo que le faltaba de conversación lo compensaba en actos.
No sabía exactamente como habían llegado y desde luego no tenia ni idea de como había conseguido desvestirle tan rápido,pero estaba claro que si tenía buenas manos.
Las voces en su cabeza se habían ido callando mientras el alcohol se iba disipando con el calor y la guerra,consiguiendo que se centrara lo bastante como para continuar de acuerdo a lo pactado.
Ella ya no se reía en absoluto y a el la situación,contra todo pronóstico,no le hacía mucha gracia,aunque el motivo de su seriedad fuera enormemente distinto.
El final no tardó en llegar para ambos,mientras el exhaló una palabra que no pudo oír,tapada por los gritos de ella y una vez la respiración de la camarera comenzó a relajarse,lo atrajo por la nuca,haciéndole tumbarse despacio y rodar a su costado después.
El se sentía como un muñeco de trapo,solo que mas manejable y no dijo nada mientras ella se acurrucaba en su pecho y se dejaba caer en el sueño que daba el cansancio,la satisfacción y el ron añejo disipándose.

El,por su parte,intentaba hundirse en un sueño similar,pero algún sedal se había enganchado en su estomago y lo mantenía a flote.Y encima,como es lógico,dolía a rabiar.
Se levantó en silencio,cambiándose por un almohadón grande que la chica no tardó en abrazar para proseguir con su sueño.
Los pasos le llevaban despacio a la terraza,aunque primero encontró el estudio y después el cuarto de baño.
El método de ensayo y error lo trajo al viento fresco que entraba por el balcón y observó el móvil,que había sacado del bolsillo de sus vaqueros recién puestos.
Decidió que la balaustrada era lo bastante ancha para poder sentarse en ella y volvió a mirar a la pantalla de su móvil.
6 :43
Su dedo pulgar decidió desbloquearla y cuando fué a hacerlo,en su lugar,descolgó la llamada que llegaba de repente al teléfono.
-¿Si?
-Me parece que se llama Erik. O algo así.Pero necesito empezar a elegir mejor,porque es un estúpido y encima folla mal.La noche no me ha salido rentable-La voz sonaba segura y fría,pero tenía un matiz inseguro,como de hielo resquebrajándose en un lago.
-Sandra...O Silvia...Sara,creo.No estoy muy seguro No es muy lista de todas maneras.
-Era guapa.¿Es buena?-Clack.Golpe.Grieta.
-No es mala-Decidió no mentir.Casi pudo oír la grieta haciendose un poco mas grande.
-Mejor que...-Clack.Golpe.Y otro.Y otro mas.No pudo terminar la frase.Ceniza se sintió mal.Bajo.Estúpido.Y no supo muy bien por qué.
-No.Ni de lejos
Oyó respirar a Hoguera al otro lado.
-Y que hay de..-Preguntó él,de repente,sorprendiéndose.
El alivio rebosaba en aquella risa distorsionada por el móvil,relajándole un poco.
-Te he dicho que es un inútil-Dijo,intentando calmarse-Le he llamado Ceniza ¿Sabes?El gilipollas no ha tenido ni la dignidad de ofenderse cuando gritan el nombre de otro.No se de donde lo he sacado.
-No es un nombre al uso-Dijo el entre dientes,tratando de no reírse-Quizás pensó que querías un cigarro.
-Te estas descojonando. Puedo oirte gilipollas-El enfado rebosaba por el altavoz
-Yo la llamé Hoguera.Estamos en paz-Dijo el,reprimiendo la risa.
-Genial.Sigues siendo igual de listo para hablar con las mujeres-Murmuró ella,riendose en respuesta-¿Se enfadó?
-Dudo que lo oyera-Resumió el,mirando al pavimento que se extendía seis pisos por debajo-Creo que mi puerta no esta cerrada con llave. Deberías ser capaz de entrar y esperarme allí¿Verdad?Lo que tarde en descubrir donde estoy e ir.No será demasiado.
-Claro-Respondió ella,relajada-Allí estaré.

martes, 28 de enero de 2014

Insuficiencia

Cerró el libro sin mucho interés en seguir leyendo,decepcionado una vez más por haber perdido el tiempo en la supuesta obra maestra de los últimos dos meses,el boom literario Nº 245 en lo que iba de año,cada uno menos justificado que el anterior.
Eran las cuatro de la mañana y el estomago crujía con la impertinencia de todas las madrugadas,reclamando comida a cambio del sueño que se le había denegado al cuerpo.
"No se si sienta peor un mal libro o una mala noche,pero desde luego este último esta contribuyendo a esta mierda"
Se levantó como un gato,de un salto,lleno de energía a pesar del sueño que tiraba de sus párpados y se encaminó al pasillo tras ponerse los primeros pantalones con los que tropezó de camino a la puerta de la habitación.
El tiempo,lejos de mejorar de camino a la primavera,había decidido perder aún mas el juicio y aquel frío penetrante se colaba a través del suelo.
Cuando llegó,llevándose al bochorno Ceniza lo había recibido con los brazos abiertos,pero ahora era como el colega pesado que no sabes como echar de casa.
Dobló la esquina hacia la cocina del piso,sin mucha prisa y oyó un crujido en la tarima,a su izquierda.Hacía tiempo que había dejado de preocuparse por los sonidos nocturnos, achacándolos al silencio total de madrugada,o bien a su cabeza privada del descanso necesario y en constante malfunción.

Esta vez debió girarse a comprobar lo que lo había producido.
-¡Buenos días grandullón!
El cenicero estaba mas duro de lo que Ceniza había pensado toda su vida,y lo demostró con contundencia cuando aquella figura lo estampó contra su sien,con el consiguiente derrumbamiento de Ceniza contra el suelo y un dolor lacerante.
-Hijo de...-Un pie silenció su insulto,aprisionando su cara contra la fría madera manchada de sangre.La rápida reacción de Ceniza le cogió por sorpresa,agarrándolo por el tobillo y torciéndolo de forma que calló contra el suelo.
El revuelo de la caída le dió esperanzas renovadas y se impulsó con los pies para reducir a su atacante e incorporarse.
Cuando quiso darse cuenta,el asaltante,que debería estar tratando de levantarse,apareció sobre el,poniendo un pié en su pecho y haciendo que su espalda golpeara con el suelo de nuevo,frustrando su intento e inmovilizándolo después,acercando su cara a la de Ceniza para mirarlo con sorna.

"Mierda,mierda,mierda...-Ceniza contrajo la cara,evitando que el miedo se reflejara en sus facciones-Estoy bien jodido"
-¿Que quieres?-dijo,tratando de usar el tono mas neutro del que dispuso.
-Enseñarte a hacer las cosas bien de una puta vez-Tenía una voz calmada,como si no acabara de abrirle una brecha con un cenicero en su propia casa.
-Y yo pensando que en la escuela se les daba mal-La ironía relajó su espina dorsal,devolviéndole ligeramente el control de la situación y atenuando su ansiedad.
-Y se les da mal-Sonrió de vuelta el extraño,elevando la presión en las muñecas de Ceniza,que ahora atenazaba con las manos tras sentarse sobre su estómago-Esta es tu primera lección:Si la tarima cruje,mira,gilipollas.
-Con un poco de suerte me matarás antes de que tenga que seguir oyendo chorradas
El bufido de burla que surgió de los labios de su atacante fue tan irritante que casi deseó que le golpeara de nuevo con el cenicero.
-Con un poco de suerte-Prosiguió el-Consigo revivirte antes de que te mueras.
-¿De que coj...?
-¿Te sabes esto verdad?La tenaza,la impotencia,la desesperación¿Por que te aumenta el pulso ahora?Llevas viviendo con esto el tiempo suficiente como para no sentirte amenazado ante esa sensación.

Los músculos de Ceniza aflojaron la tensión.Las palabras se atrancaron de través en su laringe mientras la sangre de su sien comenzaba a enfriarse,coagulando despacio mientras su maltratado cerebro frenaba el ritmo frenético de huida y tomaba un camino algo menos primario,algo menos instintivo.

-Habla.
-Te observo.Te miro.Y a diferencia de otros,veo.Y estas equivocado.No eres mas que un crío grande.Eres un puto niño-Rió a carcajadas-Y te crees que estas por encima de todo,que tu problema es otra cosa y no lo estas.

El bíceps se tensó,dirigiendo el puño disparado a su mandíbula,tratando de quitarselo de encíma como a una serpiente asquerosa pero la tenaza de su muñeca lo devolvió a su sitio mientras la frente del desconocido impactaba en la nariz de Ceniza.

-Tan crío que la sola idea de no ser tan grande como crees que eres te aterra.Tan crío que te aferras a la idea de tragedia griega,de desolación inevitable como si fuera tu nombre.Tu propio apodo rebosa dramatismo.¿Quien coño te crees que eres?

-Quien coño crees que eres tu para juzgarme.
-Soy Morgan.Y no tengo miedo a decir mi nombre ante un fantoche hecho de mentiras como tú.
-¿Y que hace un hombre digno y real como tu rebuscando en la mierda a estas horas de la noche?¿Que te importa a ti la basura de mi calibre?-El tono gradual se fue encendiendo mientras el dolor lacerante,el sueño y el hambre atenazaban cada vez más-¡¿Crees que eres la puta solución?¿Eh?!¡¡¡Ayúdame genio!!!
-Segunda lección:Lo primero que necesitas aprender es a darte cuenta de cuando te enseñan,gilipollas-Dijo con sorna,divertido,Morgan,como si disfrutara riéndose de su incomprensión.
Ceniza,tratando de calmarse,hizo la pregunta con el tono mas gélido que pudo sacar de su maltrecho cráneo.
-¿Y quien te crees que eres para pensar que puedes ayudarme?
Morgan sonrió,como si hubiera dicho el chiste mas gracioso del mundo.Como si no pudiera contener una carcajada mientras exclamó,con voz teatral:
-Si estas en el desierto y te ofrecen agua,no te planteas si está envenenada.

Hoguera relampagueó en su cabeza,la omnipresencia de Morgan lo inundó todo como una peste,envenenando todo.El hambre se hizo una bola con el miedo que exhaló cada fibra de su ser y subió por su garganta,rugiendo y aliándose con el dolor y el cansancio.
E hizo lo que cualquier animal aterrado haría.

Esta vez la tenaza no retuvo su puño,que impactó en Morgan con fuerza,mientras el miedo se desplazaba al estomago de Ceniza, inervándolo para incorporar su tren superior y devolver un cabezazo brutal y primario directo al tabique nasal, derribándolo hacia atrás y agarrando su cuello antes de que cayera del todo,para levantarse y aprisionarlo contra la pared del salón,arrastrando un abrecartas en su mano derecha y apuntándolo directamente a la nuez del aturdido intruso,amenazando con tocar la pared a través de su garganta.

Lo miró a los ojos.Unos ojos calmados.Profundos y verdes.Le recordó a Damian. Se vió reflejado en ellos.Olió el sucio trapo de bar mientras frotaba la barra y sintió la misma calma emanando de el.

-Muy bien-Pronunció Morgan,con dificultad,tratando de no mover la nuez bajo el abrecartas-Muy bien.De una puta vez.Con decisión.Con fuerza.
Por miedo.Por que atenacé tu vida¿verdad?.Miedo a morir.Miedo a que me acercara a ella.Al bar.A tus libros,a tu piso pequeño y tus ideales.
Yo no voy a matarte Ceniza.Pero te estas muriendo.Te estas matando.
Tercera lección: Si puedes hacer esto con un hombre cualquiera,deberías ser capaz de hacerlo contigo...-Hizo una pausa y añadió,suspirando-Estúpido gilipollas..

El abrecartas presionó,dejando que una gota de sangre perlara su cuello,para despues recorrerlo hacia abajo trazando una delgada linea roja,no muy profunda.Acto seguido se retiró.
La mandíbula le pesaba y algo en su orgullo tiró de ella para mantener sus dientes apretados.
Pero algo mas pequeño,más fuerte,mas desesperado,se revolvió.
Movió su mano derecha y desplazó el abrecartas hasta que el mango descansó en la mano derecha de Morgan.

-Ayúdame-Dijo,con un suspiro de cansancio e indiferencia,como quien se toma una pastilla nueva,sin mucha fé en que haga efecto-Vamos a ver que tienes.
Morgan miró su puño derecho,aferrando el abrecartas.
-¿Significa esto que confías en mi?-Dijo,con una media sonrisa
-No-Afirmó Ceniza de forma rotunda,haciendo bailar una navaja entre sus manos,extraída de su bolsillo lateral con ligereza envidiable-Significa en que confío en mi habilidad para abrirte en canal antes de que siquiera lo intentes y que me sabría mal hacerlo si tú no tienes un arma.

La sonrisa de Morgan se hizo mas ancha,hasta que acabó en una carcajada desbocada.
Algo creció en el pecho de Ceniza,algo macabro e irónico.Un viejo amigo.
Así que rió con el,de pie en su propia sangre,sellando el extraño pacto que,forjado en sudor y golpes,acababa de firmarse en su salón.