Dasvidania

Hacia semanas que había salido del hospital y cada vez le costaba mas levantarse de su propia cama,tan blanda y cómoda.

Tan distinta del armazón sobre el que había dormido tantas noches seguidas.

Tras el quinto pitido de la alarma se frotó la cara y salió a la terraza a despejarse un poco.Hacía un frío infernal que le pelaba los huesos,mientras se sentaba en la barandilla de la terraza,con un pantalón raído y un tazón de café solo.

Una señora levantó la vista,escandalizada,tres pisos mas abajo y vociferó unas cuantas frases sueltas sobre una barandilla y 15 metros de caída.

La miró con curiosidad mientras se acababa el café,que le calentaba el estomago mientras el frío ocupaba su pecho.

Se levantó y se puso un jersey que colgaba del tendedero,entrando en casa.

Después cogió las llaves y se bajó a la calle,zigzagueando sin pensar mucho en que dirección tomaban sus piernas,mientras la cabeza divagaba.

Tras un rato de lo que parecían ser vueltas en círculos,apareció en el antro de siempre.

Entró y allí estaba el camarero de siempre con el trapo de siempre,limpiando la barra.

Cuando este le vio, frunció el ceño y guardó el trapo,pasando a colocar las botellas que tenia tras la barra y dando la espalda al local.

-Creí que no te importaban mis opiniones sobre tu trapo y tu cara de comprensión-Sonrió Ceniza desde la barra.

Damian le miró por encima del hombro y refunfuñó.

-Y no me importan.La barra ya esta limpia.

-Si la ensucio¿volverás a coger el trapo y escucharas mis problemas,vaquero?

Adivinó la sonrisa condescendiente de Damian desde antes de que se girara con ella puesta en la boca y una expresión paternal.

El viejo derribó distraidamente una taza de café a medio terminar y con la cara de sobresalto peor fingida jamás,agarro el trapo,simulando tener que limpiar.

-Desgraciadamente,tendré que escucharte,forastero-Dijo suspirando con fastidio

Ceniza miro al suelo distraído e incomodo,para sentarse en una banqueta y apoyarse en la barra..

Murmuró algo distraidamente.

-¿Perdon?-Le miró el viejo,interesado

-Vodka.

-Tu nunca bebes vodka.

-Es cuestión de simbolismo.¿Tu ponme un buen vodka quieres?

Un fuerte olor desagradable subía por el vaso mientras Damian le servía de una botella negra,que sería la peor marca del bar con diferencia.Pegó un primer trago sin reprimir la cara de asco y aversión que le causaba el sabor a colonia.

-¿Por que haces esto?Ni siquiera te gusta,estúpido.Ni siquiera son horas de beber.Casi no me ha dado tiempo a abrir el bar chico-Preguntó Damian,con mas curiosidad que enfado.

-Es 13 de noviembre.Todos los 13 de noviembre hago esto.

-Te escucho.

-Noviembre es...un mes curioso.Un mes de de comienzos y de finales.Siempre todo acababa y empezaba en noviembre.Bueno,no siempre.No fue mas de dos años,mas o menos.Quizá 3.

Aprendí a cogerle cariño a Rusia poco a poco,aunque ella era de Ucrania.

Los ojos de Damian brillaron apagadamente mientras se apoyaba con los codos en la barra.

Ceniza le devolvió la mirada.

-¿El trapo no es necesario?Si no jugamos al oeste yo me voy

Damian rió,roncamente.

-Calla y sigue,chaval.

Ceniza dió otro trago,poniendo una cara de asco aún mas pronunciada que la anterior.

-Era preciosa y sinceramente,nunca supe muy bien de donde salio.

Creía que las mujeres como aquella se las reservaban a tíos con clase y la boca muy suelta,ya sabes.De los que les gustan a ellas.

Y yo solo era un capullo algo torpe con poca o ninguna idea de como tratar a alguien así,pero la cosa fue bien y contra todo pronóstico me encontré con un te quiero en la boca antes de que quisiera admitirlo

Cuando unas semanas mas tarde,aquellas mismas palabras salían de su boca,en vez de la mía,se me cayó el mundo y dejé de preocuparme.

Conocí la historia de sus padres.Sus abuelos.Su familia,sus secretos y sus manías.A una persona cada vez mas rara,hasta que llego un punto en que me sentí cómodo con ella.

Hasta que encontré cosas en ella que nunca supe que necesitaba,pero sin las que ya no supe vivir.A mi,que nunca me enganchó ninguna droga,me acabo pillando la mas dura

Y bueno,ya lo sabes.Yo gasté litros de tinta en ella y a ella parecía encantarle.

Gaste horas de sueño e ingenio a raudales y me grabé a fuego las facciones de aquella cara,a fin de saber por que estaba pasandome aquello.

Y no me arrepiento de nada.Valía todo y mas.

Incluso cuando nuestro barco se hundió yo buceé y tiré hasta sacarlo a flote con las manos sangrando.

Pero un día me di cuenta de que solo soy un hombre.

Y de que el barco era muy grande y de que yo la estaba ahogando.A los dos.

Y ahora bebo vodka a pesar de que lo odio y echo de menos que me intente enseñar ruso mientras balbuceo como un idiota.Ya tivia luviu...Cosas así

Eso y muchisimas cosas mas.Ya sabes,despertar,dormir,reír,llorar.

Nunca había llorado delante de nadie hasta que apareció aquella rubia,viejo.

Al final,ni siquiera aprendí bien a decir adiós.

Dasi...Dasvi...Dasj...¿Dasvidania?

-Dasvidania-Murmuró Damian,acabándose el vaso de vodka sin mediar palabra.

-!Eh!¿Que coño haces?

-Te voy a dar un consejo,chico.Olvidar no vale de una mierda.Nadie se merece ser olvidado.Y jamas me oirás decir esto,porque los borrachos son el pilar de este antro y sostienen sus cimientos vaso tras vaso,pero beber nunca ayuda.Y beber nunca es justo.

No olvides.Olvidar es de crios.Aprende a recordar.Si tanto se lo merecía,si tanto significó para ti,hazla justicia. Hazla un favor.

Recuerdala.De otra manera.En otro sentido.En una forma en que no te haga daño.

Pero recuerdala y recuerda cada detalle,por que es parte de su vida y de la tuya y merece que la guardes.

El vaso golpeando la barra fue lo bastante contundente para clavar aquellas palabras en la mente de Ceniza,como un clavo y un martillo.

La expresión de Damian se suavizó

-Y dasvidania no significa adiós,chico.Lo recuerdas mal.

Dasvidania significa hasta luego.

Cuando aprendas a recordarla,búscala.

No seas tan estúpido

Ceniza sonrió y abrazó al viejo por encima de la barra.

-¿Eres otro estúpido ruso,verdad?

-No,soy otro estúpido ucraniano,maldito inútil.¿No te enseñó ella a distinguir?

-Si,pero soy algo pesado-Dijo ceniza soltándole-Gracias Damian.

-Sal a tocar.Yo no aconsejo gratis

Ceniza se carcajeó y agarró su guitarra que yacía en una esquina,escondida tras la barra.

-Por supuesto,señor.